Pues al final ha pasado lo que era predecible, teniendo
en cuenta el tipo de personajes que nos gobiernan, no sólo ahora sino de siempre,
cuando los temas a tratar, afectan a los más ricos y poderosos.
El PP no realizará ninguna modificación en el tratamiento
fiscal que tienen las SICAV en nuestro país. Pero en su momento, tampoco lo
hizo el PSOE, el padre de la criatura, quien por cierto también, las puso bajo
la tutela de la CNMV y no de Hacienda. Hasta el GESTHA (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda) ha
manifestado reiteradamente la necesidad de retocar la normativa de las SICAV,
como una vía para incrementar la recaudación fiscal que otros, han preferido hacérsela
pagar a los pobres, en lugar de a los ricos.
Para ponernos un poco en situación, las SICAV, son las siglas
de las Sociedades de Inversión de
Capital Variable, definición que por sí misma, no dice mucho, pero que son el
vehículo de inversión preferida de las grandes fortunas y familias más
poderosas de España (y parte del extranjero).
El motivo es sencillo, mientras cualquier modesto
ahorrador o inversor, tiene que pagar a Hacienda entre el 19% y el 21% por el
rendimiento que obtenga de su dinero (en plazo fijo, fondos de inversión,
acciones en bolsa, etc.) y cualquier sociedad entre el 25% o 30% de sus
beneficios, vía impuesto de sociedades, las SICAV, sólo deben pagar un 1%.
Cierto es, que en caso de querer rescatar el dinero de
una SICAV vendiendo su participación, las plusvalías están sujetas a una tributación
normal, pero también es cierto, que para eso los ricos, tienen otros atajos para minimizarla.
Traduciéndolo a números, que somos españoles y nos
apañamos mejor: por ejemplo, si mi abuela por toda su fortuna a plazo fijo,
obtiene 1.000€ de intereses en un año, deberá pagar a Hacienda 190€ en concepto
de IRPF. Si mi abuela los hubiese obtenido por invertir en una SICAV, pagaría
únicamente 10€. Más aún, si mi abuela fuese empresaria, y esos 1.000€ fuesen el
beneficio de su empresa, debería pagar 250€ o 300€ en impuesto de sociedades ¿Interesante
o Despreciable?
Por cierto, que nadie vaya mañana a su banco o caja de
ahorros a sacar el dinero que tiene para invertirlo en una SICAV. No es tan fácil
colarse en el club de los millonarios. Constituir una SICAV requiere un capital
inicial de 2,4 millones de euros y contar con un mínimo de 100 partícipes
(claro que siempre se puede recurrir a los llamados “mariachis”, es decir, “partícipes
de paja” cuyo papel no requiere de mayor explicación ¿verdad? Por otro lado,
poco valor tiene este nº mínimo de participes, cuando no hay limitación en que
uno solo, puede concentrar el 99% del capital).
A septiembre, el patrimonio total gestionado por estas
SICAV en España, asciende a 23.778 millones de euros, repartidos en 3.045
sociedades que aglutinan a 405.084 accionistas. Aunque si descontamos la
presencia de los “mariachis”, quizás deberíamos decir, que estamos hablando
únicamente de 8.200 participes reales, un 2% del total).
Resumiendo, las SICAV son uno de los más claros y
descarados ejemplos de proteccionismo, agravio comparativo protegido y
desigualdad promocionada y amparada, para favorecer la especulación de las grandes
fortunas, sin el correspondiente pago de impuestos, además sin ningún tipo de
tapujo ni vergüenza. Un tema, que sólo ha servido para que a los políticos, se
les llenase la boca con la intención de hacer algo, pero que se les vaciasen los
cojo…, a la hora de hacerlo realmente. Lo
que a la práctica, ha supuesto la promoción y protección de las SICAV como verdaderos
cotos y paraísos fiscales encubiertos.
La excusa “oficial” para tal vista gorda, ha sido siempre
que empeorar su fiscalidad, provocaría que el dinero de estas SICAV se iría fuera
de España. Si esta razón fuese cierta, también lo sería, que el tratamiento de
las SICAV fuera de España es mejor.
Pero no es así. Recopilando información al respecto de las
condiciones de estas sociedades en el resto de Europa, no parece que ese mejor
trato exista, habiendo por tanto margen para “endurecer” las condiciones en
España, al menos, para que no parezcan tan “favorables”:
En Francia, las
plusvalías obtenidas por los socios y partícipes de una SICAV tienen un límite
mínimo del 16% y pueden llegar a tributar hasta un 26%. Pero además, están obligadas
a invertir en la economía francesa, ya sea industria o deuda. En España no, de
hecho, las SICAV españolas financian mayoritariamente economías extranjeras.
En Italia, la entidad paga un 12,5% por el Impuesto de
Sociedades, aunque los socios no tributan por las rentas generadas.
En Reino Unido, están exentas del Impuesto de Sociedades, pero los rendimientos se
van a un tipo del 20% si proceden de fuente extranjera. Las rentas por persona
física se integran en la base del contribuyente con un tipo de entre el 10% y
el 40%.
En Alemania, tampoco
tributan por el Impuesto de Sociedades, pero los accionistas, pagan por los
beneficios en el impuesto de la renta en régimen de transparencia fiscal como
persona física o bien, si lo hacen como empresa, en el Impuesto de Sociedades.
En Austria, el reparto de dividendos y de intereses entre personas físicas, tiene una retención del 25%, que opera como impuesto final.
En Holanda, las sociedades tienen tipo cero, pero los
socios tributan como persona física, con un tipo del 30% sobre un rendimiento
presunto del 4% de la SICAV.
Irlanda. Estas sociedades están
exentas del Impuesto de Sociedades, pero las plusvalías o reembolsos están gravadas
con el 23%.
Entre las SICAV con más patrimonio estan Morinvest, gestionada por BBVA,
en la que participa la empresaria Alicia Koplowitz; Allocation, vinculada a la
familia del Pino, propietarios de Ferrovial; Soandres de Activos, de Rosalía
Mera, fundadora junto a Amancio Ortega de Inditex (Zara) o Kefren de la familia
Entrecanales, máximos accionistas de Acciona.
Personalmente, en el contexto de crisis económica actual, sufriendo todos
las consecuencias de la política continuada de recorte de gastos (sanidad,
educación, pensiones), teniendo que pagar los españoles de nuestro bolsillo, miles
de millones de euros para rescatar un sistema financiero, cuyo agujero lo han
creado un grupo de chorizos e incompetentes de forma premeditada y consentida,
y quedarse sin sus ahorros miles de personas por el escándalo de las
participaciones preferentes, deuda subordinada o acciones de Bankia, el tener
que convivir día a día con noticias como esta, francamente, le revuelven a uno
las tripas y hasta las entrañas más allá de la muerte. RIP
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