lunes, 18 de febrero de 2013

A los “sindicatos”, con amor


Aun queda un aplastante grupo de población que no sufre de las grandes enfermedades que atenazan el país. Somos muchos, los que no somos banqueros ni vivimos de ello, muchos los que no somos políticos ni cobramos un sueldo por dedicarnos a la política y tampoco trabajamos para ningún sindicato que nos subvencione la existencia. 

Gozando de salud ante esas enfermedades y además siendo conscientes de los coches que tenemos en nuestro garaje y de que los sobres que manipulamos suelen contener facturas de gas, comunidad o cosas similares, somos muchos los que estamos asqueados con las situaciones indignantes, que por permanecer “inmunes” a estas “enfermedades”, nos está tocando vivir gracias a estos “enfermos” de la política, los bancos, los sindicatos y demás.

Un sindicato, según obra en la constitución española, la cual les ampara, es “La organización que defiende los intereses de los trabajadores”. Según la RAE  es “La Asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros”. No habrá muchos españoles que estén de acuerdo ni con la primera ni con la segunda definición.

Con la primera, es tan fácil no estarlo y contestar… ¿Qué defienden que? ¿A quién?, pero para no hacer demagogia barata, que le pregunten uno a uno a los casi seis millones de parados que tenemos, si se sienten defendidos por los sindicatos, o mejor a los trabajadores y trabajadoras que van pasando por eres y mas eres, perdiendo o no su empleo, porque malo es irse, y malo es quedarse a la espera del próximo. A veces, la incertidumbre es tan dura anímicamente como lo es vitalmente la certeza.

La segunda opción, la de la RAE, es aun más fácil de contestar y sino, se lo podemos preguntar a los trabajadores del Forem, a los que CCOO sacó de sus empleos con un ERE y aplicando meticulosamente la normativa de la nueva reforma laboral, 20 días por año y 12 mensualidades y una gloriosísima explicación por su parte: “No seáis demagogos, se os aplica la legislación vigente”. No creo que haya mucho más que decir.

Hay cosas que duelen en el alma y cuando se cree en algo de verdad, que esa verdad no sea tal, duele más. Y duele y esquirla la confianza de cualquiera, leyendo al Sr. Toxo en sus últimas declaraciones: considera que el "striptease fiscal" de los partidos es "hipócrita y cínico" 

En otras circunstancias, seria loable ese comentario, básicamente porque es veraz y certero, pero ¿ahora? y ¿por el presidente de CCOO? Me duele, de verdad, dar respuesta a esto, pero : “Al parecer, CándidoMéndez e Ignacio Fernández Toxo tienen muchas dudas sobresi construir o no un "techo de cristal" sobre UGT y CCOO”.

La transparencia, relativa a las “cuentas” de políticos y partidos, en tanto en cuanto nos muestran su contabilidad “oficial” con sus declaraciones de renta y de patrimonio, evidentemente no es más que un engañabobos. Algo para acallar la “incomodidad” natural de un pueblo, una cortina de humo con el discurso de “nosotros ya hemos enseñado nuestras declaraciones de renta y de patrimonio”. Es cierto, pero ¿Podemos esperar que alguna vez, que políticos y demás plaga de corruptos, muestren abiertamente sus ingresos… ¿”B”?, ¿”Avión”? o como convenga llamarlos, pero que seguro les proporcionan mas de alguna comodidad a la que no llega su sueldo “oficial?

Dudo mucho que alguna vez, una empresa tan corrupta como es la política en este país y todos sus enmarañados aledaños y colaboradores, deje al aire sus vergüenzas y tenga la dignidad de decir “aquí estamos y esto somos” que incluiría decir también, todo esto hemos robado y conseguido de modo ilícito.

Pero resulta indignante que el Sr. Méndez y el Sr. Toxo digan que “verdes las han segao”, y que ellos no enseñan nada. ¡! Joé !! luego dicen que la mujer del César, no solo tiene que ser pura, sino parecerlo. Pues estamos apañaos con los “presis” sindicales, ni parecerlo, ¿no sea que nos lo creamos?

Y en parte tienen razón, es difícil de creer que con los sueldos que “deberían” corresponder a sus cargos, puedan acceder al nivel y frecuencia de ser “clientes habituales” de determinados restaurantes, como lo es el Sr. Méndez de algunos, que simplemente opto por no nombrar, para no herir la sensibilidad de sus confiados afiliados. Si bien es cierto que el Sr. Toxo, tampoco se queda atrás con su crucero de lujo por el Báltico, sus vacaciones en Madeira o su ático VPO enMontecarmelo.

Si alguien ha pensado que es su tiempo libre y su dinero y pueden hacer con ello lo que mejor les convenga, no voy a quitarle la razón, pero cuidado, los presidentes sindicales se deben a sus afiliados y por consecuencia, también a todos los trabajadores. Defender los derechos de estos y abanderarse como defensor de la lucha de clases, resulta un poco anacrónico y difícil de creer cuando se hace porque “en su tiempo libre y en sus vacaciones, hacen lo que quieren”. Creo que deja muy clara la doble moral, la falta de ética y sobre todo, una tenebrosa falta de respeto para con quienes hoy, viven por su situación de trabajadores o de parados, un cisma, simplemente a la hora de comer cada día.

Proviniendo ambos de una facción tan importante y controvertida como la del metal, no logro entender como han llegado a este lavado de cara. Si bien es cierto que al Sr. Toxo, que cumplirá el próximo noviembre 61 años, le queda ya muy lejos el recuerdo de cómo participo en la organización de la huelga de Marzo de 1972 en El Ferrol con sus incombustibles 19 años. Parece que la memoria se difumina con el tiempo y se va obviando trabajo y compromiso de antecesores que han dado todo por los movimientos sindicales, criticados o no, como el Sr. Fidalgo que en sus 8 años encabezando el sindicato incrementó en medio millón la masa sindical, a pesar de ser tildado de inconsecuente con la ideología política del sindicato. O al Sr. Nicolás Redondo Urbieta, otro histórico del metal, cuya aportación elegante y desinteresada a la política y a UGT debería ser una lección para muchos.

Ante estas circunstancias tan paradójicas como incoherentes con las razones que se le suponen a los sindicatos y a sus líderes no puedo por más que sentenciar…


Si el Sr. Marcelino Camacho levantase la cabeza….








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