lunes, 23 de diciembre de 2013

No solo para mañana...sino, para siempre: Feliz Navidad

Felicitar la Navidad es fácil, desearlo de corazón requiere más esfuerzo. Quizás, perder algunos gramos de uno mismo para dárselos a quienes se lo deseamos.

Dejar huella es sencillo. Lo difícil es hacerlo en la gente especial, la que vale la pena y además, conseguirlo sin ninguna orden, sin galones, sin balas ni gritos.

Escribir lo hace cualquiera. Contar algo, sólo unos pocos menos. Hacerse entender cuesta más. Pero escuchar de alguien como respuesta a nuestras palabras: “sé lo que quieres decirme y porque”, es comunicarse de verdad. Es hacer sentir.

Todos los que participamos en este blog, os deseamos, con todas nuestras fuerzas, que este año lo despidáis pudiendo haber perdido unos centenares de gramos, que ninguna ola moribunda de ninguna playa, pueda borrar vuestras huellas nunca y que viváis cada día, de todos los siguientes, la felicidad de estar rodeados de personas con las que sentir…de verdad.

Permitidnos cerrar esta, quizás atípica felicitación navideña, compartiendo con vosotros un cuento de Jorge Bucay que lleva por título “El Buscador”:

Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.

Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.

Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción… "Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días". Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía "Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas".

El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No ningún familiar - dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuánto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?… ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? … ¿Y el casamiento de los amigos…?, ¿Y el viaje más deseado…? ¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…? ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿Horas?... ¿Días?

Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba.

Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido...


viernes, 20 de diciembre de 2013

Catalunyacaixa ... Km.0

Como se suele decir, ir al entierro de la propia, con la amante esperándote a la puerta del cementerio es algo que uno debe evitar, a ser posible. Y si encima, se es el autor de su muerte y el entierro te lo pagan, pues más aún. Porque una cosa es fingir abatimiento y desolación, y otra, recibir el pasamano de condolencias y abrazos enfundado en unas bermudas floreadas, con el Grecian 2.000 recién emplastado y los bolsillos repletos de preservativos. No es que las formas sean esenciales, pero la esencia de algunas actitudes, si que requieren de ciertas formas.

La eficacia de los mensajes audiovisuales está fuera de toda duda: la publicidad se basa de forma fundamental en ellos, las empresas y gobiernos dedican importantes recursos a este ámbito y hasta los equipos de fútbol, ante retos importantes, los utilizan para motivar a sus jugadores y seguidores. Pero esa misma eficacia, como todo en manos de según quién, se pueden convertir en un arma de doble filo, ya sea porque la torpeza en su construcción y utilización, envíe un mensaje equivocado, o bien, porque dejen al descubierto la verdadera esencia y catadura moral del emisor de dicho mensaje. 

Un ejemplo deplorablemente significativo, fue la utilización de los medios audiovisuales por el partido Nacionalsocialista, desde el año 1.933 hasta casi el final de la II Guerra Mundial en 1.945. Claro que a Goebbles –ministro de propaganda durante el 3er. Reich-, todo lo referente a la catadura moral de sus mensajes se la traía al pairo. Algo que, como veremos más adelante, sigue pasando hoy en día.

Avancemos casi 70 años. Esta semana, Catalunyacaixa, en pleno proceso de despido/entierro de más de 2.000 empleados, la mayoría por el cierre total de su red de oficinas de fuera de Cataluña, ha tenido la feliz idea de poner a disposición de todos sus empleados de Catalunya –o casi, ya que al parecer y por error, también lo han podido visionar algunos de fuera- un video para dar a conocer, por así decirlo,  cuál será a partir de ahora, su posicionamiento y estrategia de marca en el desarrollo de su banca comercial.

No es necesario mencionar, pero nos apetece, que al igual que a nuestro afligido y disoluto crápula del principio de este artículo,  Catalunyacaixa actualmente se encuentra enterrando al 30% de su plantilla –algunos, con sepelio anunciado para el día de Nochebuena incluso ¡qué detalle¡-, con una “ceremonia” valorada, en casi 20.000 millones de euros, que además, le ha salido “gratis”, y con una demanda pendiente en contra en la Audiencia Nacional para la impugnación de su ERE y otra ampliada contra sus sindicatos representativos, por violación de los derechos fundamentales en la constitución de la mesa negociadora y, por si fuera poco, con una contabilidad “digital” –léase, a dedo- entre despedidos, recolocados, enchufados en zona Core, etc…

Casualmente, hemos tenido la oportunidad de visionar el video, algo que agradecemos profundamente a nuestros contactos, y salvo echar en falta imágenes en blanco y negro de voluptuosas valkirias lanzando la jabalina o la de musculosos y rectilíneos efebos desfilando al paso de la oca, lo demás…lo tiene todo.

Para empezar, su lema central: Catalunyacaixa, km. 0. Puede que los “creativos” de Catalunyacaixa, resulta ahora que son profundos admiradores de Ismael Serrano, o que le hayan lanzado al Sr. Más, un sutil y abnegado ofrecimiento para que  la ubicación de la sede central rivalice en equidistancia y génesis kilométrica con la Plaza del Sol. No obstante, nos inclinamos a pensar que todo imperio requiere de su centro, y ahora, Catalunyacaixa quiere que el suyo sea Catalunya y que les jodan a los “muertos” de fuera, que no siempre son los mejores los que se van antes ¿verdad? y menos en Navidad.

El video pretende intensificar y justificar la orientación de Catalunyacaixa hacía el desarrollo de una banca de proximidad, concepto este nada novedoso ni innovador como mensaje, ni como estrategia de relación cliente-entidad en el mundo financiero ¡menudos son ellos estableciendo vínculos emocionales¡ pero que a tenor de su contenido, mensajes y oportunidad de aparición, hace muy difícil creerse que ese sea únicamente su objetivo. ¿O acaso no respondía también a una estrategia de proximidad de relación con el cliente el disponer de centenares de oficinas fuera de Catalunya que antes no existían? ¿La decisión de su cierre era por rigor y fidelidad a esa estrategia? ¿Ahora con esas oficinas de menos, más cerca de qué clientes estarán?

El problema de mezclar las churras con las merinas, es que luego no hay quien las distinga en el rebaño, pero a los “ideólogos” de este video, si que se les distingue y de qué manera. Qué tiene que ver el concepto de banca de proximidad con: “Consumir productos de la zona donde vives, en lugar de traerlos de otras partes del mundo”, “obtenerlos directamente con todas sus propiedades y sin intermediarios”.

Un concepto, el de la banca de proximidad, que por cierto se encuentra actualmente en entre dicho –excepto para el caso de las cajas rurales-, por factores tan relevantes, entre otros, como la progresiva concentración de entidades bancarias de este país, reduciéndose a 3 grandes, el irrecuperable desprestigio social, moral y ético de la banca por sus actuaciones, el agotamiento del crédito, mientras la banca destinaba la barra libre del BCE a la compra de deuda, etc. Y si no, que se lo pregunten a la desaparecida Unnim, cuando en octubre de 2.010 puso en marcha una campaña con las mismas pretensiones. Aunque dudamos si la campaña que mostraron a sus empleados, les invitaba a consumir productos únicamente de las localidades de Sabadell, Terrassa y Manlleu.

Pero dejando aparcados esos aspectos más “académicos” y centrándonos en el mensaje emocional (ya que hablamos de banca de proximidad y vínculos emocionales), el video es patético, horrendo y sangriento. De una falta de escrúpulos y de respeto profesional y personal hacía los empleados de esa entidad, especial y notoriamente para con los despedidos de fuera de Cataluña, que clama al cielo y propio de una miseria de actuación de quienes no tienen ningún tipo de escrúpulos ni pudor en mostrarse de esta manera.

Hasta hoy, los empleados que sacaron adelante y con toda su profesionalidad y orgullo de “llaneros solitarios” la marca de Catalunyacaixa fuera de Catalunya no ejercían esa banca de proximidad, ya que al contrario de lo que reza el video: “conocer la persona que los cultiva –los productos-, tener la garantía de quién lo ha hecho, cómo lo ha hecho y con quién haces el trato cuando lo compras” era algo que no podían ofrecer a sus antiguos clientes, ya que no estaban a la altura para ello. Por eso era necesario un video para recordarlo, al más puro estilo de Leni Riefenstahl.

Una empresa, como no, puede rectificar su estrategia, modificarla y adaptarla a nuevas necesidades y circunstancias. Pero lo que no puede hacer, es hacerlo despreciando sus anteriores decisiones, ni a los soldados que las llevaron, y con éxito, adelante. Y menos aún, después de fusilarlos sin venda y sin honores.

Renegar y menospreciar del pasado y de quienes eran los tuyos, no es un camino válido para crear absolutamente nada. Y mucho menos hacerlo con un video lleno de truculentas intenciones que, aunque nos pese tener que entrar en ese terreno argumental, cuesta mucho no tildarlas de un nacionalismo excluyente y perverso, haciendo además que su contenido, solo pudiese ser accesible en las oficinas de Cataluña.

Y todo esto, con la necia justificación de poner en marcha una banca de proximidad, una banca de kilometro 0, una banca que “no quiere llegar a todas partes, sino estar más cerca de un lugar, de una realidad para aportar soluciones más a medida”.

Estamos convencidos, que además del nauseabundo orgullo –uno más-, que habrán sentido los empleados de fuera de Cataluña al conocer lo que su empresa, por poco tiempo, siente de las otras realidades que no sean las de Cataluña, sus no menos de centenares de miles de clientes, cuyos orígenes se encuentran fueran de Cataluña, también sean conscientes del tipo de empresa de la que son clientes, o al menos, lo sean antes de que un día se encuentren, al entrar en su oficina, 2 colas: una “pels que volen obrir un compte” y otra “para el resto de realidades”. Por cierto, ¿le darán un crédito a una empresa de Vic para comprar maquinaria en Sevilla?

No podemos dejar de preguntarnos realmente qué persigue un mensaje así o como se dice en Derecho: ¿A quién beneficia? Porque videos y “Powerpoints” para vender banca de proximidad, en Google, hay para hartarse sin tener que recurrir a esos fundamentos.

De todas maneras, estaremos atentos a las posibles reacciones de sus sindicatos a dicho video, salvo claro está, que ellos como hasta ahora, se apunten también al carro de defender a sus trabajadores en función de la realidad más conveniente.


lunes, 16 de diciembre de 2013

La ira, la soberbia, la avaricia….

Debe ser que este post, trata de los pecados capitales. Tales como los que le dan titulo y otros tantos, que albergan o albergaron, algunos, sino muchos de los que han sido el santa sanctórum de este blog.

En algunos momentos de nuestra historia, la de nuestra cultura y civilización, pecado capital fue la tristeza y nos hacemos defensores de que así fuera y sea, no por lo triste que se muestra este panorama económico, social y de valores, que lo es más para unos que para otros. Sino por lo triste que ha sido en muchos, su comportamiento ante semejante menguado, manipulado y sesgado, respeto y tratamiento de los derechos que les asisten como trabajadores. Tanto esconder la cabeza a modo de avestruces, y tanto mirar para otro lado, fingiendo injustamente que no veían lo que les caía encima a ellos y a sus compañeros, han invertido profundamente en el caudal de la falta de respeto a los derechos de todos los trabajadores, no solo de ellos mismos como tales.

Lo nunca visto es que esa tristeza de espíritu, haya consentido y siga consintiendo, que estómagos agradecidos, como están demostrando ser los sindicatos y en su nombre los sindicalistas, sean capaces de vender a sus leales valedores, sus afiliados. Y a sus no tan leales en cuanto al pago, pero si fieles defensores, los trabajadores sin afiliación, sin que ninguno, afiliado o no, haya tenido ni un minuto de gloria, más allá de en estos blogs, en los que les hemos dado cancha abierta, para que con nosotros, les llamaran de todo menos…sindicatos y soltaran algunas de las muchas verdades que siguen guardadas en la intrínseca memoria de muchos de ellos.

La gula, la avaricia, la soberbia, sobrevenidas juntas ante una partida que ya se verá como se ha repartido económicamente, dado que moralmente, la falta de ética, es tan latente, tan candente y tan aberrante, que a duras penas puede reconducirse, se anule un ERE o no. Esto sí que es triste. No obstante, como sabemos sumar, restar y hasta dividir, y aunque hubiera que hacer la cuenta de la vieja, con dedicación infinita, procuraremos ver si cuadra lo dicho, con lo hecho, cosa que se nos antoja bastante difícil. Pero al tiempo.

Siempre hemos hecho alarde de que nuestro interés estaba con lo que a nuestro parecer y con todos los respetos, nos parecía justo, y por ello, hemos hablado de la desgana y tristeza de espíritu de los empleados. Y de nuestra falta de aceptación por los “sindicatos” que no se han comportado en ningún momento como “sindicatos”, pero en modo alguno hemos de olvidarnos de todos aquellos que no hemos nombrado nunca. 

De todos los que más o menos puteados por sus circunstancias vitales, se han ido entre el ERE anterior y el actual. No olvidamos tampoco, a aquellos que, por fortuna y “cuna” al parecer, también en este preciso y precioso espacio de tiempo entre-eres, muchos se han ido con pan y medio debajo del brazo, mientras a otros les han dejado solo un colín con juicios y amenazas múltiples y variadas y en situaciones que han dañado la salud y estabilidad emocional de ellos mismos y de algunos de sus familiares. Y por lo que también deberían estar en pie de guerra los señores sindicalistas, dada la injusticia soberana cometida a las claras y a vista y conocimiento de muchos que siguen callando, sin hacer nada.

Olvidarnos de quien y quienes han ejercido la tarea de la amenaza, sería demasiado empatizar con la mediocridad de quienes la ejercen y la han ejercido y por ello, pero sobre todo por esos que la han sufrido, nos negamos a esconder esa verdad atronadora.  Es bastante fácil decir en tu feudo eso de…”Yo solo aviso. Deja de opinar en redes sociales y de hablar mal de la caja, o te puedes encontrar con un expediente e irte sin nada”. 

Y pensar que la nobleza de quien recibe esa amenaza, la callará para siempre y la esconderá como pago al buen trato dispensado por la caja y ¿Lo mucho que te ha ayudado económicamente? ¿La estabilidad familiar que te ha aportado con sus horarios maratonianos? O ¿Lo bien pagado que te has ido por opinar con acuerdo a la basura que se ha publicado en todos los medios de comunicación, sobre una entidad podrida hasta la médula? Esto es soberbia, un pecado capital que demuestra la carencia de valores y el consentimiento social para con estas  y otras muchas actitudes imperdonables y vergonzosas.

Innegablemente hay que romper una lanza por los que faltándoles escasos días para cumplir los 50, y a pesar de no haberse cerrado su oficina aun, han sido puestos de patitas en la calle. La ética está en decadencia…qué coño, la ética es algo que para muchos es desconocida absolutamente.

No es tan difícil romper una trayectoria de comportamiento nefasto, y más aun cuando estamos en “Navidad” desde hace días. ¿Tan difícil es hacerlo bien e intentar quedar bien con los empleados, que además quieren irse, y dejarles un buen sabor de boca? Parece que sí. Hay que dejar claro, que cuando uno es mediocre mequetrefe, aspirante a parecer buena gente, pero obediente al “poder oscuro” no deja de ser una mierda pinchada en un palo, ni en “Navidad”. 

Que nadie tenga valor, cojones, como diría nuestro querido Ramiro Franco, o un poco de moral y ética, para parar estos despropósitos, no solo es coronarse de los peores atributos de los que pueden adornarse los mediocres, para demostrar cuál es su esencia, pero sobre todo, cual es su valía.  Su valentía queda más que demostrada ante su ocultamiento para no dar la cara y defender lo que ha sido capaz de decirles a los empleados, creyendo que jamás sería público.

Lamentables actuaciones, una tras otra. Lamentables autoconsideraciones de bondad y  benevolencia, por quienes no conocen el valor de la ecuanimidad, empatía, esfuerzo, trabajo, tesón y respeto para con los demás, en quienes por su cargo o condición deberían haberlo demostrado sobradamente y han demostrado su mediocridad, su podredumbre, su carencia de valores y como único estandarte han llevado a gala la ira, la soberbia, la avaricia… Queda recordar que entre esos, aun queda alguno, que no merece estar al lado de semejante basura y no le queda más remedio que estar, por asegurar el pan de los suyos.

Y este es el bagaje y equipaje de calidad humana puntera, que le queda a una entidad que aspira a ser ¿comprada? Si no se vende, que no la lleven a Cáritas, que las personas necesitadas, se merecen algo bastante mejor.