Podrá parecer torpe y desproporcionado, pero
no cabe duda que una forma de saber lo que se oculta en las bodegas de un
barco, es hundirlo y esperar a que más tarde o más temprano, sus restos salgan
a flote.
Siendo menos románticos y menos marineros, el
mismo método podría aplicarse a un cochino, respecto del contenido de sus
tripas. El día de su muerte, fuere por matanza, enfermedad o agónica cangrena,
todo lo que sus entrañas encerrasen, saldría a la luz.
Algo parecido parece que está ocurriendo con
Catalunya Banc, o con su marca Catalunyacaixa. Apenas unas semanas después de
su sorpresiva e inesperada adjudicación al BBVA
-una operación llena de intrigas de todo tipo por lo que se ha publicado-,
poco a poco y de forma sigilosa, la prensa ha ido mostrando los primeros restos
marineros o mojones cochineros a flote de esta entidad.
Por un lado, se ha levantado el pudor informativo,
si es que pudor era, en declarar la venta de su cartera hipotecaria al fondo
buitre Blackstone como de inexplicable. Porque regalar 3.615 millones de euros
por una cartera de 6.392 millones dotada con 2.205, lo que supone pagar cerca
del 86% de su valor, es algo que nadie entiende. Algo inaudito en este tipo de
operaciones que habitualmente, suelen conllevar precios de compra con
descuentos superiores al 50%.
Un atrevimiento que sorprendió al propio
FROB, lo cual ya tiene su mérito, que tuvo que poner “sólo” 572 millones
adicionales de nuestros bolsillos de los 1.500 que esperaba “nos” costase la
operación.
Una explicación, y que conste que no es por
nuestra rebuscada mala leche, sino que nos lo ponen a tiro, podría ser que el
responsable de este tipo de operaciones en España en Blackstone, el señor
Claudio Boada, fue el antecesor de Guindos en Lehman Brothers. Así que
suponemos que ambos comparten un perfil psicotécnico de similares resultados en
las principales agencias de headhunters de este país ¿Avisamos a Luís Conde
Moller –curiosamente ex consejero de Catalunya Banc y máximo responsable de
Seeliger & Conde - para que los fiche a ambos como hizo con Esperanza
Aguirre?
Por cierto, esa misma agencia del señor
Conde, fue la encargada de realizar un análisis de capacitación de los
directivos de la por entonces Caixa de Catalunya, Tarragona i Manresa, por
encargo de... Adolf Todó cuando aterrizó en la entidad. Y menudo aterrizaje y
menudo análisis visto lo visto.
Aburre la constante repetición, aparición e
interconexión de personajes y desastres en este tipo de cruentas epopeyas, que
no suelen tener a ningún Moisés que las alivie, pero si a indefensos contribuyentes
que las sufragan, clientes, empleados y españoles todos.
Unas desastrosas habilidades las de esta
entidad y sus dirigentes, que no sólo se hacen visibles por su gran tamaño y
trascendencia. La excelencia vista así, no suele hacer de menos a la dimensión de
su ámbito de actuación, y aprovecha cualquier resquicio para perpetuarse, por
ínfimo e innecesario que parezca. Algo, que se podría aplicar al motivo de la demanda
presentada por 54 empleados de la filial inmobiliaria de la entidad por considerar
que Catalunya Banc realizo una fraudulenta subrogación de sus contratos laborales
a Blackstone.
Los empleados de las filiales han sido desde
siempre los grandes olvidados y abandonados laborales de esta entidad, excepto claro
está, su máximo dirigente, en el caso de la inmobiliaria, el sr.
Mendiluce. Así que si alguno de esos
empleados nos cuenta cuales han sido y son las bodegas o tripas de su realidad,
estaremos encantados de oírles.
Seguro que será tan interesante conocer esas
interioridades, como lo ha sido la difusión por la prensa de los correos y
comunicaciones internas de la entidad, reflejando literalmente la estudiada y
premeditada estrategia comercial de venta de participaciones y deuda
subordinada. Sinceramente, no entendemos la acumulación de tanto máster bancario
y agente financiero certificado en el currículum de no pocos de los directores
de zona y territoriales autores de dichas comunicaciones, si su única capacidad
de elaborar directrices, se reducía a dividir un objetivo grande en muchos
pequeños para hacerlo accesible. Poco menos que lo que nos hacían nuestros
padres, cuando nos asignaban la tarea de verano en función de los días de vacaciones
que teníamos. Sublime.
Imaginamos que quién no cumplía esa estrategia,
lo “despedían” a la inmobiliaria o a la calle.
Está claro que las próximas elecciones
sindicales de noviembre en Catalunya Banc, van a ser de lo más “entretenidas”,
considerando los denostados méritos que han realizado sus sindicatos para
ganarse el voto de los que han quedado.
Suerte a todos ellos y que no les engañen como a los que ya no están.
Fuentes: